Ramario

jueves, 14 de octubre de 2010

Cerrando ciclos...

Cierto, que identificar cuándo se debe cerrar un ciclo es difícil y cerrarlo también resulta más complicado. Desprenderse de algo que está muy anclado e incrustado en el fondo del alma es muy doloroso, pero muchas veces no queda otro camino. Es menester abandonar ese estado, que no permite ver claramente. Lo más sensato es adoptar una postura de serenidad, afrontar la realidad con estoicismos, estar consciente de que la vida se construye con episodios, buenos, menos buenos y que nadie se escapa de ello. Lo que ahora nos lastima, mañana será una gran lección. Cerrar círculos me permite aterrizar en una conjetura propia, en las relaciones humanas, donde se involucran amistades, familiares y de noviazgo, no existe una fórmula estándar preestablecida que aplique para todos, uno mismo tiene que deducir las propias formulas para superar los momentos difíciles, lo cual permitirá cultivar las paz interna, sanar totalmente las heridas, con la ayuda del tiempo y amor propio. No busquemos luz en otras personas, hay que generar luz propia y emitirla, para que otras personas se percaten y entonces habrá más posibilidades de conocer a más personas. Así podremos empezar con nuevos aíres, con más fuerza y sabiduría, con la satisfacción de haber superado lo anterior.

Saludos estimado Paulo, ojala en el mundo haya muchos como tú, que tienen el don de cautivar a tantos corazones, a tantas almas, a tantas mentes a través de tus letras.

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